La escuela tiene que ser una continuidad del entorno familiar. Por eso trabajamos para crear un clima de confianza y amistad que permita el desarrollo natural de las capacidades y aptitudes de los alumnos. Conseguirlo es trabajo de toda la comunidad educativa, desde las familias hasta los educadores y alumnos.
Una escuela son sus alumnos. Por eso es necesario que se sientan a gusto, que los objetivos del centro sean propios y que puedan participar en la evolución de la escuela aportando y formando parte de la misma. Para hacerlo, tienen que poder disponer de los canales de participación propios y del apoyo del centro.
La función educativa de las familias es una de sus tareas más importantes, tanto de padres a hijos como en sentido contrario. Los padres tienen que aprender a aceptar a los niños como son y la escuela tiene que enseñar a los niños a entender también como son sus padres. La colaboración entre todas las partes es básica para conseguir una educación en la libertad, el respeto y la generosidad que queremos.
En Princess Margaret International School hablamos de educadores antes que de profesores. Su función principal tiene que ser educar en la motivación: estimular la actividad de los alumnos y ayudarlos a obtener hábitos y actitudes que los capaciten para la vida. El educador tiene que ser capaz de transmitir a partir de sus vivencias y adaptando su didáctica a la singularidad de cada alumno, partiendo siempre de los conocimientos previos (los niños saben muchas más cosas de las que pensamos que saben) y dando al alumno protagonismo prioritario en su aprendizaje.
Passeig de la Font d’en Fargas 15-17, 08032 Barcelona